lunes, 26 de agosto de 2013

Suerte

Hablas de la suerte, como quien habla de algo que se encuentra por ahí, al volver, en una esquina, mirándote paciente...esperándote.
Pero esta noche me crece una luna en el envés del alma y siento un deseo inconfesable de gritar o de ..que  yo, de vivir, de sentirte aquí a mi lado como un agua acariciando mi labio...
Me alejé con las mareas, me fui con la luna y ahora, ni siquiera si quiero volver a mi ciudad. Volver a qué? A quién?...Suerte...
No me hables de la suerte. Yo ya la he perdido.
Suerte sería compartir el mundo mientras el cielo nos cubre lentamente de eternidad y la primera luz del crepúsculo nos encuentra enlazados entre las olas...
Suerte sería encontrarte en las mareas, en las lentas travesías marinas, en la luz azul de la luna sobre el oleaje inquieto, o en la lluvia de estrellas que cayó en Agosto en Granada, mientras el cielo se deshacía en instantes infinitos...
Suerte sería amarte entero, amarte claro, amarte dulce, amarte lento...
Suerte encontrarnos en ese lugar del tiempo sin tiempo y ser eternos en un verso, 
Suerte escribir juntos ese final único, prohibido, y hacer de ese final un principio...
Suerte sería que tus sueños te llevaran esta noche a esos lugares prohibidos que inventamos a través de las palabras...
Suerte sería saber que a pesar de que este no es ni remotamente mi mejor poema, llegue hasta ti, como un universo azul contenido 
y que al leerlo, sepas que todo es Azul,
derramándose, lento, en tu alma, como las mareas, las olas lentas y la luz de las estrellas...

En Escocia, una noche triste...



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