Alguien me dijo una vez que
los momentos felices se olvidan, que la felicidad no da experiencia y que es el
dolor el que nos conecta nuevamente al mundo…. Yo creo que el dolor solo nos
conecta a las heridas que no hemos cerrado, y que es la alegría la que nos
conecta al mundo realmente.
Todo se une a algo. Estamos
unidos a todo aquello que nos sucede en la vida. Hay una frase de mi maestro, Jose Luís Parise, que
me gusta especialmente, y es “si te encontraste con esa lluvia, es porque esa
lluvia y tú estábais unidos”
Depende de nosotros elegir en
qué momento queremos o tenemos que unirnos al dolor, a la lluvia o a la
alegría.
Yo hoy me uno a la lluvia,
que limpiará mi dolor y preparará mi alma para sentir de nuevo la alegría.
Os dejo un poema de agua:
Decírtelo con la lluvia
Susurrártelo a través del agua
Que cubre de acuarelas hoy nuestra ciudad.
Sumergirme sin prisa, desnuda de alma,
En los estanques dorados
De tus ojos claros, rotundos y cristalinos,
Como tú eres...
La única verdad tatuada en las olas:Te amo.
Te amo con la lluvia,
Te amo con el agua,
Y con el fluir lento y cristalino
De las olas nuevas en mi playa…
Susurrártelo a través del agua
Que cubre de acuarelas hoy nuestra ciudad.
Sumergirme sin prisa, desnuda de alma,
En los estanques dorados
De tus ojos claros, rotundos y cristalinos,
Como tú eres...
La única verdad tatuada en las olas:Te amo.
Te amo con la lluvia,
Te amo con el agua,
Y con el fluir lento y cristalino
De las olas nuevas en mi playa…
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