miércoles, 25 de septiembre de 2013

Cuaderno de Bitácora

Porque han sido demasiadas horas en el mar pensando en ti,
Te dejo un poema ...

Tu boca.
Tu boca deslizándose 
Como los rizos de la vela 
De un barco por mi cuello.

Tu boca ávida de estrellas.

Tu boca como una enredadera 
De luz recorriendo mi cuerpo.

Cuando los labios se funden al fin 
Hacia el final de este abismo
Y descubrimos que solo la noche 
inquieta arde, 
Inmóvil, clavada en la memoria...

Arde como una inmensa luna roja 
Surgiendo del mar
En medio de un océano de dudas.
La noche, como tu boca.

Una boca ardiente como un agua 
Que ocultara un fuego.
Una boca como un océano desmedido.
Tu boca y mi boca recorriendo 
Cada milímetro de arena
De piel, tu piel, mi piel
Manantial, o sed…

Tu boca como por un desierto rodando,
Deslizándose por mi cuerpo 
Como un barco
A través del océano…

Tu boca leve, precisa, 
Desbrozando cada brizna 
De mi corazón ya sin paredes ante ti...
Tu boca breve,  
Clavada en la inmensidad del mar
y en la mordedura exacta de mi deseo…

















Foto
Septiembre de 2013, travesía en el Ernestine 
Cascais-Villa Real de Santo Antonio, Portugal 

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